Han pasado veinte días hábiles de caza y el resultado hasta la fecha no puede resultar más desalentador. Tres especies protegidas, que conozcamos o hayamos recuperado nosotros, tiroteadas por los cazadores. La primera de ellas nada menos que un guión de codornices (Crex crex) al que ni siquiera se dignaron en disparar y lo golpearon con un palo en Balmaseda (Bizkaia). En Gipuzkoa una garza imperial (Ardea purpurea) recogida con un tiro en Usurbil y en Tolosa una lechuza campestre (Asio flammeus). Ojo, esto es lo recuperado, a imaginar lo que se ha perdido en el monte.
La sociedad de ciencias Aranzadi acaba de publicar este interesante artículo en el que se resumen los estudios realizados estos últimos años sobre las poblaciones de picamaderos negro (Dryocopus martius) en el País Vasco.
Se ha podido constatar así que las dos áreas de distribución para la especie en la Península Ibérica (Pirineos y Cordillera Cantábrica), forman actualmente un área de distribución única. En el caso concreto de Gipuzkoa las cuadrículas de distribución para esta especie son prácticamente todas, excepto un pequeño área costera. El artículo apunta como causas de la expansión de la especie al aumento de la superficie forestal y a la reducción de las tareas de corta en las últimas décadas.
El sábado por la mañana Xabier Saralegi, socio de itsas Enara Ornitologia elkartea, se encontró con una inesperada sorpresa en Donostia. Todo empezó en el Paseo Nuevo, desde donde oteaba el horizonte marino con la esperanza de ver algún bando de migrantes. Había expectativas ya que los anteriores días de viento norte habían sido fructíferos en la observación de distintos migrantes como ánsares, que desde el cantábrico se dirigen tierra adentro sobrevolando el citado paseo.El día era lluvioso y la espera se tornaba infructuosa hasta que un ave robusta de oscuro capirote pasó planeando frente a él, a escasos tres metros. ¿Sería un págalo? Pues sí, era un págalo que parecía despistado ya que tomó rumbo este, hacia la desembocadura del Urumea. Xabier le seguió el vuelo con la mirada y pudo ver como se adentraba en la playa de la Zurriola.
Los grupos naturalistas, ornitológicos y ecologistas que firmamos el documento adjunto a esta carta hemos solicitado a todos los Grupos Políticos Municipales de Irún que el citado documento sea tratado como moción en el Pleno del mes de diciembre por medio de una petición tramitada a través del SAC (número de registro: 30.225).
Pensamos que es necesario que se cumplan los puntos que se mencionan y se solicitan en el mismo. No en vano, a pesar de que hace veintiún años que el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Gipuzkoa y los Ayuntamientos de Irun y Hondarribia firmaron un acuerdo para proteger y recuperar los humedales de Txingudi, muchas de las medidas que se acordaron en dicho documento aún hoy en día siguen sin llevarse a cabo y ello hace que veamos la situación de este espacio protegido con verdadera preocupación.
No hace muchos años teníamos que desplazarnos al Pirineo para poder observar al picamaderos negro (Dryocopus martius), las relictas parejas de Aralar o la única pareja de Altube eran como mitos muy difíciles de observar, estos últimos años hemos sido testigos de la expansión del ave por los hayedos de la divisoria de aguas y de la unión de la población pirenaica con la cantábrica.