Durante estas últimas dos semanas la playa de la Zurriola de Donostia se ha convertido en un inusual centro de peregrinación para multitud de limícolas. Embarcadas en el largo viaje hacia sus septentrionales áreas de reproducción norteña, muchas de ellas han decidido recalar en una playa a priori poco apetecible. Si bien es cierto que los arenales costeros son habituales puntos de parada para este tipo de aves, recordemos que la playa de la Zurriola es un arenal urbano donde la presencia humana y de perros es casi constante. Por esta razón la llegada de limícolas suele ser inapreciable y casi siempre limitada a ejemplares solitarios.
¿Qué ha ocurrido entonces para que un arenal tan poco atractivo para los limícolas se convierta de repente en una imán para ellas? Remontémonos al tren de borrascas sucedido durante el pasado invierno. Se produjeron temporales que azotaron con virulencia nuestras costas, y en algunos puntos como Donostia, causaron verdaderos estragos en paseos marítimos y escolleras. Las playas, como la Zurriola, también se vieron afectadas, sufriendo una significativa pérdida de arena. La pérdida de arena, y más concretamente el posterior vertido por parte la Dirección de Costas de nueva arena traída desde Jaizkibel es lo que ha originado la avenida de tal cantidad y variedad de limícolas. Al parecer, esta nueva arena contenía ingente cantidad de alimento del que las límicolas han sacado buen provecho.
Los primeros días del vertido únicamente se observaron pequeños grupos de correlimos tridáctilos, correlimos comunes y chorlitejos grandes, pero según transcurrían los días la variedad y cantidad de limícolas aumentaban significativamente. El lunes y martes fueron quizá los días donde la concentración de aves fue mayor, observándose más de sesenta correlimos trídáctilos, una decena de chorlitos grises, tres correlimos gordos, una docena de chorlitejos grandes, varios archibebes comunes y correlimos comunes. Unas aves recorrían la playa en busca de alimento, y otras simplemente descansaban sobre la arena. Para ello gozaban de la más absoluta tranquilidad, ya que al estar la zona del vertido acotada, no se veían sometidas a las perturbaciones originadas por la presencia humana salvo a la del trajín de una excavadora al que se acostumbraron inmediatamente.
De todo este torrente de limícolas destacaríamos el alto número de correlimos tridáctilos, que de vez en cuando abandonaban la playa para aventurarse en la desembocadura del Urumea. Allí se alimentaban insaciablemente sobre el verdín instalado en los bloques de piedra. En ese momento y lugar es cuando pudimos detectar dos ejemplares anillados. El primero lo avistamos el 17 de mayo en el paseo de Salamanca, y el segundo el 21 de mayo frente al hotel Maria Cristina. Ambos estaban marcados por el International Wader Study Group dentro del proyecto Sanderling que tiene por objeto el estudio de las rutas de migración, la fenología y la dinámica de poblaciones de esta especie en Europa, África y Asia.
El correlimos tridáctilo es un gran migrador que, desde sus zonas de anidamiento en la tundra ártica de Canadá, Groenlandia, y Siberia Central, recorre todos los años grandes distancias para desplazarse hacia zonas más meridionales, que van desde las Islas Británicas hasta Sudáfrica en el casos de los ejemplares que siguen las rutas africano-euroasiáticas. Dentro de las rutas africano-euroasiáticas se distinguen dos; la ruta del atlántico oriental y la ruta mediterránea-africana oriental-asiática occidental, situándose nuestras costas cantábricas en la primera (Reneerkens et al., 2009).
Según el historial proporcionado por Jeroen Reneerkens, responsable del proyecto Sanderling, el primer ejemplar es un macho (código G1WGWG) que fue anillado en Islandia el 28 de mayo de 2010 siendo ya adulto. Posteriormente ha sido avistado en el Reino Unido en mayo de 2011, en Islandia en mayo de 2011, de nuevo en Islandia en mayo de 2012, en Francia en mayo de 2013, y finalmente en Donostia en mayo de 2014. Por tanto, nuestra cita hasta ahora es la más meridional. El historial del segundo ejemplar (código B3WWRR) resulta más impresionante. Se trata de un macho que fue anillado siendo pollo en Groenlandia (Isla Trail), en julio del pasado 2013. La siguiente cita se sitúa a 6.199 km de distancia, en Mindelo (Cabo Verde) a finales de agosto del mismo año. Se estima que un 63% (77.800 de 123.000) de los correlimos tridáctilos que toman la ruta migratoria del atlántico oriental pasa el invierno en la costa occidental de África, entre Marruecos y el Golfo de Guinea (Reneerkens et al., 2009). Posteriormente, fue avistado de nuevo en Cabo Verde en enero de este año, siendo la siguiente cita la nuestra en Donostia. Esta última cita es relevante ya que nos indica que B3WWRR ha sobrevivido a su primer invierno y que continúa con su viaje hacia la tierra que le vio nacer, la tundra ártica.